La Policía de Brasil capturó este jueves a Antonio Bonfim Lópes, alias Nem, el jefe del narcotráfico "más buscado de Río de Janeiro" según fuentes de ese cuerpo de seguridad. Nem fungía como el cabecilla de la Rocinha, la mayor favela de Río, en el sureste del país.
A través de un comunicado, la Policía brasileña confirmó la detención de Nem, de 35 años, hacia la medianoche de este jueves "en el barrio de Lagoa, zona sur, cuando huía de la favela en un coche con otros dos hombres".
Uno de los narcotraficantes capturados es el brazo derecho de Nem, conocido como Coelho. Trascendió que junto a los delincuentes fueron detenidos 13 funcionarios policiales que escoltaban a los dos narcos con armas largas y granadas.
En el texto, las autoridades agregan que Antonio Bonfim Lopes "era considerado uno de los delincuentes más buscados de Rio de Janeiro". En esa operación fueron confiscados además tres fusiles, once pistolas, varias granadas, dinero y municiones.
Nem fue hallado en el maletero de un vehículo y de acuerdo a información policial, el narcotraficante no opuso resistencia pero sí intentó sobornar a los uniformados con ofertas en metálico que ascendieron hasta los 16 mil 600 dólares.
Tras la acción policial, el coronel Erir Ribeiro Costa Filho, comandante de la Policía Militar, expresó ante medios de prensa "es una victoria para todos", mientras indicó que las fuerzas de seguridad se preparan para ocupar la Rocinha con apoyo de las Fuerzas Armadas.
"No revelamos con anticipación la fecha de instalación de Unidades de Policía Pacificadora (UPP)" en las favelas, se limitó a decir un portavoz de la secretaría de Seguridad del estado de Rio consultado por la agencia de noticias AFP.
Desde hace varios días, agentes de seguridad han tendido un cerco en torno a la Rocinha, una populosa favela con unos cien mil habitantes cuyo control había sido asumido por traficantes de drogas desde hace unos 30 años.
Más de millón y medio de personas viven en unas mil favelas en Rio de Janeiro, cerca de un tercio de la población total.
La Rocinha es uno de los últimos bastiones de los narcotraficantes en las zonas turísticas de la ciudad, que será una de las sedes del Mundial de fútbol de 2014 y acogerá los Juegos Olímpicos en 2016.
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